Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA
que se transmite cada domingo de 12:00pm a 1:00pm ET
por WQBA 1140 AM, y de EL ATICO DE PEPE,
de lunes a viernes de 5:00pm a 6:00pm ET, por WAQI 710 AM,
en Miami, Florida.

Publicada en Abril del 2000 en el No. 121 de MERCADO DEL DISCO, revista de la que por entonces el editor de este website era su director.

En estos momentos, Rudy Pérez maneja la producción del segundo disco de Luis Fonsi. Tuvimos tres encuentros con él; el primero, en una pausa durante la grabación en los estudios situados en la propia casa de Pérez, en Miami Beach, en la Florida. El segundo, una mañana temprano en una pequeña e íntima mesita en la propia cocina de su hogar donde Rudy suele desayunar —y nos invitó a acompañarlo—, y la tercera, en lo que él llama su secret spot, la biblioteca de su casa, la habitación que, confiesa, es su preferida, “donde me gusta estar para crear las letras, hacer música”. Sentado en un sofá con una enorme pared de fondo a sus espaldas, que no es otra cosa que un inmenso armario que atesora literalmente miles de CD's ¡y de vinilos!, transcurre la entrevista, aunque tal vez ésta no sea la palabra correcta para describir la cita, sino conversación.

Inmediatamente, Rudy Pérez recorre el panorama latino musical actual. Éstos son sus juicios:

—Estoy muy entusiasmado, creo que la música hispana está evolucionando, y la evolución en la música es vital. Estoy en un momento maravilloso, porque estoy trabajando con gente muy joven, los próximos talentos del mercado latino. Estoy haciendo el álbum en español de Cristina Aguilera, estoy trabajado con Jaci Velásquez, con Luis Fonsi, con Oscar de la Hoya, gente joven que promete muchísimo. Lo importante de esto es que se trata de una nueva generación de chicos que están creciendo en los barrios de los Estados Unidos, de muchachos que hablan inglés, que estudian en inglés, que piensan en inglés, pero que son de padres latinos, que en su casa hablan también español y llevan las dos culturas por dentro. Estos muchachos no se identifican con los artistas que no sean como ellos; llevan dentro el R&B, el Hip-Hop, el Pop, el Rock...

Rudy nos revela cómo supo de la existencia de Luis Fonsi:

—Yo recuerdo cuándo escuché a Luis Fonsi en la radio. Pregunté y me dijeron que era un chico puertorriqueño de 19 años, del área de Orlando. Era exactamente lo que yo estaba buscando, un muchacho que cantaba en español con esa influencia anglo, con esas inflexiones en la voz, que son del “otro lado”. Y eso es Christina y los demás. Los artistas de otros países, expuestos sólo a su medio, no pueden tener esa fusión, esa musicalidad mezclada que tienen los de aquí. Los chicos de acá difícilmente puedan identificarse, por poner un ejemplo al paso, con un artista peruano folklórico, localista, por talentoso que sea. Pero si ese mismo chico fuese de acá, aún de ascendencia peruana, se cría con la música anglosajona y con la peruana, la de su país, con la música hispana. Y los jovencitos y los niños tienen hoy un tremendo poder adquisitivo, más que antes. Es un mercado gigantesco que no podemos dejar que se nos vaya de las manos. Así que si no empezamos a desarrollar ese potencial que tenemos aquí, estaremos desaprovechando un gran mercado. Un mercado virgen y nuevos sonidos.

Derivamos ahora la conversación más hacia Rudy mismo, en lo que hace, en su multiplicidad de talentos como compositor, como arreglista, como productor..:

—Cada vez soy más sencillo en las letras, más directo, porque no olvidemos que estos muchachos no dominan el español tan bien como uno que vive o vivió más tiempo en un país hispano, sino que hablan Spanglish. Ellos son todo un proyecto cultural. Acabo de hacer la versión en español de Genie in a Bottle, “Genio Atrapado”, de Christina Aguilera, y te das cuenta que hay chicos que están cantando la canción en español. Esto significa que ellos quieren conectarse con sus tradiciones, con sus raíces, con su ascendencia, saben que tienen algo distinto que no tiene su amiguito anglo. Es un mercado que está casi virgen y que hay que alcanzar.

Y, al citar a Christina Aguilera, hace un alto y, para calzar los argumentos que instantes antes nos dijo del potencial de los jóvenes artistas norteamericanos con ascendencia hispana, nos revela la siguiente anécdota:

—Mira, en una pausa en las grabaciones con Christina, aquí mismo, en casa, salgo del estudio y me siento en el pasillo a su entrada, tomo la guitarra y me pongo a rasguear para mí mismo, "Contigo en la Distancia"... ¿y puedes creer que esa niña me pasa por delante, se ha parado frente a mi y me ha dicho, de lo más intrigada, "y eso, ¿qué es?". Ahí mismo nos metimos en el studio otra vez y decidí probrarla en ella y, qué te cuento, ¡que tal parecía que la canción originalmente fue escrita para ella! Ya verás que hay sorpresas con esta canción y Christina, ya verás, ya verás, sorpresa, sorpresa...

Indagamos cómo va el proyecto con Fonsi:

—Con Luis Fonsi estamos usando un beat, el golpe de R&B, que no se usa en el mercado latino; esos ritmos hay que meterlos en la música hispana. No podemos seguir usando los mismos ritmos, el mismo bolero, la misma canción, la balada tradicional, tenemos que ir moviéndonos con los tiempos, evolucionar.

Como hemos escuchado rumores, le preguntamos sobre sus planes de abrir una compañía discográfica:

—Los profesionales que hacen las producciones hoy no son como antes, son gente joven, de 30, de 40 años, que saben que a los chicos no se les puede dar lo viejo. Claro, yo soy de los que quiere seguir trabajando con grandes como Julio Iglesias, los señores de la música, para mí eso es un honor. Pero quien te diga que produjo a Julio Iglesias está mintiendo, porque nadie puede producir a un Julio Iglesias... Julio Iglesias se produce a sí mismo; tú simplemente estás ahí haciendo lo que él te pida, porque él sabe muy bien lo que quiere y a dónde va, es un profesional de pies a cabeza. Yo no tengo la oportunidad pues de desarrollar mi talento como productor con un artista como Julio, sino con artistas nuevos como Luis Fonsi. Claro que quiero seguir trabajando con artistas como Julio, tal vez un par de álbumes al año, pero lo que quiero es desarrollar mi proyecto, mi propia compañía disquera, en inglés y en español. Estoy en eso en estos momentos, en negociaciones, detalles que todavía no puedo comentar. Pero lo que cuenta es el talento, y lo que sí sé es que cuando haga mi compañía no va a ser un edificio de cristales con mil empleados, no; yo voy a seguir igual, pero eso sí, buscando talentos, grandes voces, artistas excepcionales, porque hay que nacer con las condiciones para ser superstar. Hay cientos de miles de artistas, pero súperestrellas los puedes contar con los dedos de la mano.

Rudy insiste en que como productor, su prtioridad es el genio, no la figura:

—Yo nunca voy a firmar un modelo; lo que vale es el talento musical. Yo veo una gran amenaza hoy porque todo el mundo se está convirtiendo en artista. Si eres lindo y pareces un supermodelo, bueno, pues yo lo que digo es, conviértete en posterboy o postergirl, pero no te metas a cantar si no cantas. Y esas son las cosas que me molestan muchísimo. Por eso, el nombre que le pondría a mi compañía sería algo así como Integrity, o Real, o True... y la gente que trabajará en esa compañía va a tener que amar la música, saber lo difícil que es crear un sonido, hacer una canción. Porque, ¿cómo vas a vivir de la música y no vivir la música?

El gran productor, que una vez fuese él mismo un exitoso recording artist, para cerrar el diálogo hace un reclamo:

—Hago un llamado a mis colegas: evolucionar. Como productor, lo que más me gusta es que mi nombre no aparece en la cubierta del disco, sino dentro; y eso, sólo a veces. Mi trabajo es hacer que esa persona que está en la cubierta, brille. Yo ya no tengo esa presión que tenía al principio de mi carrera, de probar mi talento. Así que hago un llamado a todos mis colegas para tratar de cambiar, irnos al nuevo siglo, no quedarnos en el pasado, evolucionar...

 
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