click on header to go back to articles index

or click over this line to return to MUSIC index
 

CASEY KASEM
cumple 80 años.

El legendario conductor del American Top 40 representa una época gloriosa de la radio norteamericana. La voz que enseñó al mundo a contar hasta 40... hacia atrás.
 

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com,
y conductor del programa radial semanal AUTOMANIA,
y de EL ATICO, diario, por WQBA 1140 AM,
en Miami, Florida, una emisora de Univisión Radio.

Posted on April 27/2012
Topic aired live! on Friday April 27/2012 on Editor's radio show.

Share

Uno de los elogios más grandes que he recibido en mi vida me lo dedicó recientemente un amigo de adolescencia cuando me dijo ahora adulto, que hoy respeta lo que hace 40 años le parecía una absoluta tontería: verme echado sobre la cama cada tarde de sábado o mediodía de domingo, anotando con dedicación rayana en la veneración en un cuaderno, el conteo del American Top 40.

Cierto. Por años tuve que navegar la incomprensión de mucha gente que entonces me conocía (lo mismo chiquillos que personas mayores), que no entendían que un muchacho desde más o menos los trece años y hasta bien entrados mis 20, considerara sagrada la cita sabatina —o dominical— con el AT40 y que, incluso la noche de cada 31 de diciembre, también se la dedicara, apartándome del jolgorio previo a las 12:00 a.m., cuando justo en el momento en que llegaba el año nuevo, Casey Kasem anunciase the No. 1 of the Year…

No me arrepiento.

Eso forma parte de la banda sonora de mi vida si hiciese un paralelo cinematrográfico de mi existencia. Con Casey Kasem, hasta aprendí inglés…

Hoy, 27 de abril del 2012, Casey Kasem cumple 80 años.

Uno de mis ídolos de siempre, Casey Kasem pertenece a esa camada de personalidades radiales excelsas, caballeros del aire, una especie en extinción, como Dick Clark —fallecido muy recientemente—, y que representan la era de oro de la radio norteamericana.

No era una súper voz, de barítono, de aquella que los viejos locutores llamaban "dieciocho", pero con ese timbre suyo, único e inimitable, Kasem hizo también televisión, y hasta encarnó la voz del personaje de Shaggy, de los animados de Scooby Doo de Hanna Barbera, y también en Josie and the Pussycats.

Casey Kasem, cuyo nombre completo y verdadero es Kemal Amin Kasem, nació en Detroit, Michigan, el 27 de 1932.

Para los que se preguntan por qué siendo norteamericano es de tez tan morena, de baja estatura y cabello muy negro, la explicación radica en que genéticamente Kasem es palestino; sus padres eran libaneses que emigraron a Estados Unidos, donde se dedicaron al negocio de los víveres. Pero el futuro de Casey no estaba en el comercio, sino en el éter.

Su carrera radial profesional comenzó en Flint, Michigan, a principios de los años 50, en la estación WJBK. En 1952 fue movilizado como soldado a la guerra de Corea, y allá tuvo éxito como DJ de la emisora del ejército norteamericano. El personaje que Robin Williams desarrolla en la cinta Good Morning Viet-Nam, roza la labor de Kasem en Corea.

De vuelta a Estados Unidos continuó trabajando en la radio, hasta que en 1970, junto a Don Bustany, creó el American Top 40, lo que sin duda encarna su protagonismo máximo e histórico como personalidad tras el micrófono.

En lo personal, Casey Kasem se ha casado dos veces. La primera con Lynda Myers, de 1972 a 1979, y la segunda con la actriz Jean Thompson —una espigada mujer, de raíces escandinavas—, desde 1980. Con ambas tuvo hijos.

Casey Kasem es un vegan, una de las prácticas más estrictas del vegetarianismo.

THE AMERICAN TOP 40
El American Top 40 —o simplemente el AT40 como de manera abreviada también se le conoce— no ha sido ni el primero ni el único pero, sin discusión sí es el más importante countdown o hit parade de canciones de la radio norteamericana. Junto con Don Bustany, que lo escribía y dirigía, fue creado por Kasem —además su caja de resonancia—, y bajo Watermark Inc., estuvo en el aire ininterrumpidamente desde el 4 de julio de 1970 hasta el 6 de agosto de 1988.

En realidad, aunque se considera oficialmente su debut durante el fin de semana del Día de Independencia de Estados Unidos, se transmitió la noche del 3 julio de 1970 por la emisora KDEO de El Cajon, en California, de las 7 que originalmente lo hicieron ese día.

El conteo cubría las 40 posiciones en la semana que terminaba el 11 de julio de ese año, computadas por la revista Billboard. Aquella noche, esto fue lo que dijo Casey Kasem en la presentación inaugural del show:

Here we go with the Top 40 hits of the nation this week on American Top 40, the best-selling and most-played songs from the Atlantic to the Pacific, from Canada to Mexico. THIS IS CASEY KASEM IN HOLLYWOOD, AND IN THE NEXT THREE HOURS, WE'LL COUNT DOWN THE 40 MOST POPULAR HITS IN THE UNITED STATES THIS WEEK, hot off the record charts of Billboard magazine for the week ending July 11, 1970. Now, on with the countdown!

Hemos destacado en altas la frase que dijo en la apertura del show, y que desde entonces mantuvo por años: Este es Casey Kasem y, por las próximas tres horas desgranaremos los 40 éxitos más populares esta semana en Estados Unidos.

Poco después, Casey Kasem incorporaría una frase de cierre que también se hizo antológica, la célebre Keep your feet on the ground, and keep reaching for the stars (mantén los pies sobre la tierra alcanzando las estrellas). Posteriormente le agregó la coletilla and keep your radio tuned right where it is, una invitación de cortesía a continuar escuchando la emisora asiento del show una vez terminado éste.

Un detalle curioso del primer show es que fue el último que contempló en el Top 10 a Elvis Presley y a Los Beatles simultáneamente en la decena predilecta de hits.

La popularidad del programa fue inmediata y desde entonces no hizo otra cosa que crecer, así que para los años 80, desde aquel tímido arranque en menos de 10 emisoras, el AT40 se transmitía en 520 estaciones en los Estados Unidos y en 50 países alrededor del mundo, sobre todo en aquellos como Corea del Sur, Alemania y Panamá por solo citar algunos, en los que Estados Unidos tenía bases miltares de ultramar.

Inicialmente, el show se grababa en sonido monoaural —la mayoría de las emisoras por la que se transmitía eran de AM—, hasta que en septiembre de 1972, comenzó a salir al aire stereo. También, al principio, duraba tres horas, pero desde el show del 7 de octubre de 1978, se elevó a 4 horas.

El AT40 tuvo desde el comienzo elementos atractivos, como los llamados “number” jingles, en que un coro cantaba el lugar de la próxima canción a escuchar. Así mismo aquél que decía Casey's is coast to coast, y otros semejantes. Luego agregó nuevos, como la Long Distance Dedication (la Dedicatoria a Larga Distancia), conocida por su acronismo de LLD, que consistía en leer al aire la carta de un oyente que contaba una historia personal con tal de pedir al conductor que le dedicara una canción a la persona y circunstancia objeto de la carta. Esta sección a menudo resultaba conmovedora.

La primera LLD ocurrió un 26 de octubre de 1978. La misiva —como todas en lo adelante encabezada con un candoroso Dear Casey—, le pedía a Kasem que le dedicara la melodía Desiree de Neil Diamond a la novia del firmante —así se llamaba la chica—, y que se había mudado con sus padres a una base de la Fuerza Aérea en Alemania.

Para 1979, específicamente en el weekend del 24-25 de febrero de ese año, antes de comenzar el conteo, Casey Kasem estrenó una nueva costumbre: la de tocar íntegramente los tres primeros lugares de la semana anterior (el 3, el 2 y el 1, en ese orden). Por razones de tiempo, más tarde sólo mencionaba los puestos No. 3 y No. 2, y desde 1983, comenzó a tocar de manera abreviada un fragmento de cada una de las posiciones.

En cuanto a censura, desde el mismo primer show, tanto Bustany como Kasem acordaron que ésta quedaría fuera del AT40. Sin embargo, sabiendo que por diversas razones algunas canciones —título y/o letra— podrían resultar ofensivas localmente, al enviar el show grabado a las diversas emisoras afiliadas, ellos advertían con una nota al gerente acerca de la melodía acaso conflictiva y le daban la libertad de editarla o eliminarla de su puesta al aire.

Hubo varios casos de éstos, de los más notables la canción The Killing of Georgie, de Rod Stewart, que habla del asesinato de un homosexual, y también Only the Good Die Young, de Billy Joel, que cita desde una perspectiva crítica a las jóvenes católicas vírgenes (You, Catholic girls, start much too late, dice la letra). Sin embargo, sí ocurrió un episodio en que el propio Casey censuró un título, el de la canción I Want Your Sex, de George Michael, de 1987, que Kasem se las arregló para tocar la canción sin mencionar cómo se llamaba.

También llamativo: En una era en que no existía la internet, el programa se grababa en tres —luego cuatro— LP’s de vinilo, que se enviaban por avión a las estaciones asociadas en Estados Unidos y en el mundo.

El grand finale de cada season anual del AT40 era la cita para el conteo con los hits más importantes de los 12 meses, y se transmitía generalmente en torno al último fin de semana de diciembre o al año nuevo y, en lagunos casos —¡bingo!— coincidió con el 31 de ese mes. Era una edición extraordinaria, que arrojaba el codiciado number one of the year. Ese parade se emitía en dos mitades, en dos semanas consecutivas. Inicialmente el conteo del año contemplaba sólo los mas importantes 80 lugares del año, divididos en 40 y 40; luego, fueron 100, en 50 y 50. El primer año en que la edición anual del AT40 contempló 100 lugares fue en 1974.

El primer number one of the year fue el correspondiente al chart de 1970, y la medalla de oro la ganó la melodía Bridge Over Troubled Water, de Simon & Garfunkel. Ese Top 40 anual—la segunda mitad, de los números 40 al 1—, se transmitió relativamente tarde, el 9 de enero de 1971, que fue el segundo sábado del año.

¿Y por qué no hablar de la parte gráfica también?: El primer logo del programa fue la llamada "versión Tío Sam", creado por el diseñador gráfico Paul Gruwell.

En los casi 20 años que Casey Kasem condujo el American Top 40, su voz faltó de él apenas un par de veces, y en ésas fue sustituido por Shadoe Stevens o por Dick Clark (este último en los 80 tuvo su propio conteo, The Dick Clarks’s National Music Survey).

Mención obligada demanda el tema musical de presentación, el famoso Shuckatoom, escrito por James R. Kirk, y que se estrenó el 4 de octubre de 1975.

Esta es la hoja original del AT40 —en este caso el Top 100— del conteo de fin de año de 1977 con que trabajó Casey Kasem. Se puede notar que el Number One del año fue "I Just Want To Be Your Everything", de Andy Gibb. ¡Qué era!
 

El American Top 40 y Cuba
El AT40 se transmitía tal cual en muchos países de habla hispana, en inglés, como por ejemplo, en Venezuela. En Cuba, como todo ‘lo americano’ no, y estaba prohibido. Más que eso: a quien lo escuchara por su cuenta, se le estigmatizaba. A mí me pasó…

Comencé a escuchar el AT40, regularmente en 1973, y enseguida desarrollé una adicción incurable a él. He dicho incurable: todavía me dura.

El primer hit parade a que tuve acceso empero no fue el AT40, sino uno más breve, de 30 lugares, el “particular” de la WQAM 560 "Q56", de Miami, emisora que todavía existe, aunque hoy no toca música, sino que es la oficial en inglés de los Miami Heat.

Las emisoras de AM del Sur de la Florida alcanzaban fácilmente —aunque no exentas de las estáticas de la lejanía—, La Habana, y casi todo el resto del país. Por la cercanía geográfica, su recepción era más clara en Matanzas, una ciudad en la costa Norte a un centenar de kilómetros al Este de la capital y, mejor aún, en la playa de Varadero en la Península de Hicacos a 32 kilómetros de Matanzas, el punto septentrional más prominente de La Isla, y desde cuya punta nacen las sólo 90 millas que restan para llegar a Key West, en la Florida.

El American Top 40 se transmitía por la WGBS 710 AM (esta emisora, desde octubre de 1985 es WAQI Radio Mambí, de Univisión Radio, una de las dos históricas del alma del exilio cubano en Miami). El show corría allí los domingos desde poco después del mediodía y hasta el atardecer.

Por aquella época, las autoridades castristas arrancaban al unísono una interferencia para bloquear la transmisión vespertina en español de La Voz de América, por el 1080 AM en el dial, que duplicaban para la WGBS. Para los que en clandestinidad escuchábamos en casa con nuestros radios portátiles de batería soviéticos VEF, Orbita y Meridian —en mi caso un Stern de la Alemania Oriental—, se nos hacía mortificante que la interferencia no nos dejaba escuchar los primeros lugares del Top 40, hacia el final del show, que coincidían con el arranque del ruido.

Este era el radio en que el autor de este artículo solía escuchar el AT40 en Cuba. Era un Stern 4 de la Alemania comunista, que llegó a La isla a principios de los años 60.
 

Por fortuna —e inexplicablemente—, desde 1977 la interferencia fue removida de la 710.

Para esa época, el AT40 también comenzó a transmitirse por la GBS los sábados desde la tarde-noche.

Escuchar el American Top 40 era una de mis grandes emociones, en un país cuyo mercado discográfico fue suprimido por Castro. En Cuba no se vendía ni un disco de nadie. De manera que la única manera de estar enterado de lo que acontecía musicalmente en Estados Unidos en música popular dependía de escuchar a escondidas las radioemisoras del Sur de la Florida, y de noche, gracias a la refracción en la ionosfera, otras de más lejos, como la antológica WLS de New York, o la popular entre los “pepillos” KAAY, de Little Rock, Arkansas.

A todos los que seguimos este fenómeno con los palpitares del clandestinaje, miles de miles de jóvenes cubanos de los años 60 y 70, se nos etiquetó a través de la orweliana neo-lengua castrista como “diversionistas o penetrados ideológicos”. A mucha honra, caray…

Los que escuchábamos estas emisoras y a Casey Kasem estábamos verdaderamente al día de lo que pasaba en el instante en la escena musical popular del mundo, a diferencia de los acartonados dirigentes estalinistas de la radio y la televisión cubanas, siempre atrasados. En medios que demandan inmediatez, estos funcionarios, colocados por el gobierno en esas plazas no por su talento sino por la fidelidad al régimen, siempre estaban a mil leguas de la actualidad y le hicieron mucho daño a la sociedad con sus piruetas desde la ignorancia para la desinformación.

Casey Kasem y su AT40 dibuja todo un panorama emocional de relieve libertario y rebelde que nos marcó en gustos musicales a una enorme legión de muchachos, especialmente los que vivíamos en la capital y en las provincias más occidentales del país.

En mi caso particular, el show y su conductor son una huella que no cicatriza. Me recuerdo tanto escuchando en La Habana el AT40 al final de las tardes de domingo en mi época de estudiante de la academia de arte de San Alejandro, y para 1977 ó 1978 en nuestra casa de Matanzas los sábados de invierno en los sillones del portal, con la maravillosa imagen de la bahía frente a mí, o en la estación de Casablanca esperando abordar el tren de Hershey, apartado de los pasajeros para que no se dieran cuenta que estaba oyendo con fruición el programa con un pequeño audífono conectado al radiecito portátil ruso Órbita.

Memorables también son mis angustias de, al no entender inglés allá a principios de los años 70, escribir en mi libreta del parade la canción The Sound of Philadelphia, de MFSB, como tu-tu-tu-tu-tú, tu-tu, por el estribillo, pues no entendía ni jota de lo que mi admirado Casey Kasem decía.

Conocer los cantantes y los títulos de las canciones fue mi motivación para aprender inglés en un país que habla español. Y, no sé como, pero la magia se dio: Aquella tarde del 26 de enero de 1974 corrí totalmente excitado hacia mi madre como si hubiese visto el cometa Halley antes de tiempo, mientras en el colmo de la alegría le decía, “¡mamá, mama, ya sé inglés… entendí cuando Casey Kasem dijo ‘number one, Ringo Starr, You are Sixteen!”.

Y, espera, que no he terminado: como por entonces no había visto escrito su nombre, lo escribía así: KC Cason. Dime algo…

Casey Kasem y su American Top 40 son una parte importante de mi vida. Desde hace cuatro años lo escucho todos los fines de semana en los reprises íntegros que de sus shows originales ponen en el Canal 7 de la radio satelital XM-Sirius. Qué te puedo decir, que a veces, cuando estoy solo en el auto y escuchándolo recuerdo alguno de aquellos programas y evoco nítidamente el instante… caramba, lloro.

Felicidades, Casey, en tu 80 cumpleaños por habernos hecho felices… y posibilitarnos imaginar que éramos libres. ¿Lo sabrás?

 
Comente este artículo en: info@ifriedegg.com