En general, las ventas de autos en Estados Unidos no fueron buenas en septiembre del 2009, coincidiendo con los pronósticos de los analistas que vaticinaron que una vez concluido el plan Cash for Clunkers el estado del mercado regresaría a donde estaba y eso significa que mal. Claro que, afortunadamente a no todas las marcas les fue fatal.
Se trata de la caída más aguda desde abril. El rango de ventas de estación ajustadas fue de 9.51 millones de unidades. GM y Chrysler, que emergen de la bancarrota, cayeron más de un 40%, mientras que Toyota un 13. Honda se desplomó un 20%, en tanto que su división de lujo —Acura— aunque tuvo un best seller (que fue el MDX), sus ventas bajaron un alarmante 30.3.
Entre los que les fue bien está BMW, que registró un incremento del 4% comparado con agosto del 2008, y Porsche un 6%, mientras que Hyundai-Kia reportó una espectacular alzada de 26% para tres meses seguidos de ascenso. El vehículo mejor vendido de Kia fue el Optima, cuyas ventas rebasaron el triple, al tiempo que las del Hyundai Elantra sedan desbordaron el doble.
Subaru demostró un 1%, con cuatro meses continuos de despegue. Ford sin embargo se deslizó cuesta abajo aunque sólo un 5% después dos meses seguidos de bonanza.
Los carros rebasaron en venta a los camiones, representando el 56% del volumen. Empero Ford mostró un segundo mes de buenas ventas de su camioneta F-150, que levantó un 4%. Este vehículo fue rediseñado el año pasado. En contraste, las ventas de la Silverado y la Sierra se cayeron en más de un 60%. |